Tobi, el perro que cuenta la historia.

Es un bodeguero andaluz, originario de Jerez, mi ciudad.

Tobi es un perro maltratado al que Aitor, nuestro "vikingo" particular que siempre ha odiado a los perros, defenderá sin saber que ese ser de cuatro patas tan especial, cambiará todo sus esquemas.

Me basé en mi propio perro, al que tenéis en el vídeo, que también fue un perro maltratado al que salvamos la vida, acogiéndolo como el niño de la casa en nuestro hogar. 

Dediqué la novela a mi peludito, porque odio el maltrato animal y porque nuestras vidas estarían muy vacías sin él. Y sí, mi casa está llena de pelitos blancos y mi corazón de amor.

Además se está volviendo un poco divo con eso de que mami le saca en  su novela...

 

El vikingo.

Los secundarios darán mucho juego...

El padre de Río, que os parecerá al principio como le llamamos por el sur: "un sieso", esconde un alma atormentada. 

Es un hombre que ha sufrido mucho en secreto y sobre todo con el muro de incomprensión que su hija y él han creado entre ellos.

Pero alguien muy salao, le abrirá los ojos y el alma a la alegría de vivir de nuevo...

¡Siento predilección por mi conde!

Roble, el chico para todo del palacio del conde, tiene muy buena salud como podéis ver.

Un hombre hecho a sí mismo, con grandes ambiciones y una pasión escondida que le pondrá en más de un apuro...

Se convertirá en el mejor aliado del vikingo.

¿Queréis que os ayude con alguna chapuza en casa?